El trabajo de ama de casa, en palabras de todas aquellas (porque el 99,9% son mujeres) que lo practican, es un fiasco total. Mal pagado, poco agradecido, sin días de descanso ni vacaciones, y con pocas satisfacciones o con algunas muy efímeras. Sí, un panorama desastroso… y, sin embargo, es casi una ciencia. Millones de revistas, programas, libros y páginas webs, tal como esta en la que te encuentras, se dedican a trucos, consejos y guías para convertir a cualquiera que las lea en el ama de casa perfecta; esta es una ocupación que se aprende con la práctica, solo realizando por una misma toda la teoría con la que te puedas encontrar.

Las mujeres que se dedican al cuidado del hogar en exclusiva se quejan, sobre todo, de que su trabajo es poco apreciado; y un grupo bastante numeroso, de que es continuo y repetitivo. ¿Pero es este colectivo un grupo infeliz? Bueno, pues hay de todo, no necesariamente tiene por qué ser así. Si eres consumidor de videos porno como yo, estarás de acuerdo en que la imagen que dan de las amas de casa es contradictoria, y por eso pienso yo que bastante fiel: entregadas al cuidado de la casa y la familia, son mujeres a punto de explotar, y usan el sexo para escapar de la monotonía, a poder ser con alguien diferente a su marido. O sea, que el ser mujeres de su casa como vulgarmente se dice, las aboca a ser esposas infieles, o como mínimo a estar en un estado permanente de excitación porque no están satisfechas sexualmente. Esa es la imagen que el porno online, el más consumido del mundo, no ha dado de estas féminas, ¿y tú, estás de acuerdo?
Habría mucho que decir sobre el deseo sexual de las amas de casa, ese del que tan alegremente nos habla el mundo del porno xxx. Según los estudios, este status les proporciona a estas mujeres una falta de apetito sexual significativa; de hecho, es el colectivo femenino que más la padece. Y no importa que se esté sobre los veintes, o se sea una treinteañera, una cuarentona o una mujer más madura; está claro que no es una condición, por lo que sea, que invite a pensar en el sexo de forma activa. Por activa, me refiero a pensar en él con la idea de ponerlo en práctica; porque también se habla mucho del deseo reprimido de las mujeres de su casa, como se las suele definir también. Otra vertiente de estos estudios psicológicos sería encontrar la razón para ello, ya que aunque a estas féminas se les presupone poco motivadas y entusiasmadas con su condición, no todas dicen estar insatisfechas. Pero está claro que la rutina en la que las sumergen las tareas del hogar acaba con la líbido de la más pintada.

Por suerte, parece que los roles de las mujeres están cambiando; y digo por suerte sobre todo para los pocos hombres que se atreven (nos atrevemos) a ser también amos de nuestro propio hogar. Porque ellas sí que están sabiendo adaptarse a los tiempos, aunque no ha sido escapando de su tradicional papel como amas de casa que les encasquilla la sociedad; sino porque se han animado también a hacer otras cosas. Así que, por suerte, no han abandonado al género masculino a su suerte, que parece creer que el cuidado del hogar les es tan ajeno como la maternidad. Así que, por suerte para ellas las luchadoras, como para los pocos que no temen cambiar sus roles, esperemos que el sexo no sea un escape ni una obligación, sino una forma de compartir momentos placenteros.